«Rolling the dice for an answer», en Johnston, S. I. y P. T. Struck (eds.),
Mantiké: studies in ancient divination
, Brill, Leiden, 2005, pp. 51-97. <<
[171] Dodds, E. R.,
Pagan and Christian in anAge ofAnxiety: some aspects of religious experience from Marcus Aurelias to Constantine
, Cambridge University Press, Cambridge, 1965, p. 57. <<
[172] Corsten, T., «Ein neues Buchstabenorakel aus ICibyra»,
Epigraphica Anatolica
28 (1997), pp. 41-49. <<
[173] Para ser más exactos, habría sido posible transformar la probabilidad de los resultados, pues los astrágalos no tienen iguales probabilidades de caer sobre cada lado (véase la nota 22 a la p. 91 de mi
Leisure and Ancient Rome
), pero esto no es una ciencia exacta y no habría supuesto gran diferencia en la medida en que las respuestas favorables y desfavorables están repartidas de forma equitativa. <<
[174] Para una traducción inglesa de los oráculos, véase la excelente colección de Hansen,
Anthology of Ancient Greek Popular Literature
. Véase también Klingshirn, W., «The
Sortes Sangallenses
», en Johnston y Struck,
Mantiké
, pp. 99-128; y Hoogendijk, F. A. J. y W. Clarysse, «De Sortes van Astrampsychus: een orakelboek uit de oudheid bewerkt voor het middel-baar onderwijs»,
Kleioll
(1981),pp. 53-99. <<
[175] Hansen,
Anthology of Ancient Greek Popular Literature
, p. 289. <<
[176] Klingshirn,
«Sortes Sangallenses
», p. 112. <<
[177] Tácito,
Hist
. 1.4. <<
[178] Hansen,
Anthology of Ancient Greek Popular Literature
, p. 288. <<
[179] Véase Kelly,
The Roman Empire
, p. 105. <<
[180]
CIL
11.600, citado en MacMullen,
Roman SocialRelations
, p. 44, con pequeños cambios a su traducción libre. <<
[181] Luciano, «Timón o el misántropo» 29, en Luciano,
Obras I
, Gredos, Madrid, 1996. <<
[182] Esopo 466. <<
N OTAS DEL CAPÍTULO 2 : S ALUD MENTAL
[1] Quiero agradecer a Justin Meggitt el haberme dado la idea de este capítulo al hablarme a través de su artículo «The madness of King Jesús: why was Jesús put to death, but his followers were not?»,
Journalfor the Study ofthe New Testament
29 (2007), pp. 379-413. <<
[2] Dodds,
Pagan and Christian
, p. 36. «La ansiedad es irremediablemente vaga», según R. Lañe Fox en
JRS
76 (1986), pp. 304-305, donde reseña Smith, R. C. yj. Lounibos (eds.),
Pagan and Christian Anxiety: a response to E. R. Dodds
, University Press of America, 1984. Véase también Brown, P.,
Religión and Society in the Age of Saint Augustine
, Faber and Faber, 1972, pp. 74-93. <<
[3] El
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
, 4. a ed., American Psychiatric Association, Washington, D. C., 1994. Hay también una edición revisada (TR) posterior, que contiene una bibliografía actualizada [hay trad. cast.:
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
, DSM-IV-TR, Masson, Barcelona, 2010]. Se espera una nueva edición en 2012. El cap. 5 del ICD-10,
International Statistical Classification ofDiseases and Related Health Problems
, 3 vols., World Health Organization, Ginebra, 1992-1994, también se ocupa de las enfermedades mentales, pero de forma mucho menos detallada. <<
[4] Aneshensel, C. S. yj. C. Phelan (eds.),
Handbook of the Sociology of Mental Health
, Kluwer Academic, 1999, pp. 25, 132-133. Sobre el Reino Unido, véase Goldberg, D. y P. Huxley,
Common Mental Disorders: a biosocial model
, Routledge, 1992. <<
[5] Véase Foucault, M.,
Madness and Civilization: a history of insanity in the Age of Reason
, trad. de R. Howard, Routledge, 1971 [hay trad. cast.:
Historia de la locura en la época clásica
, 2 vols., Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2000]; Laing, R. D.,
The Divided Self: an existentialstudy in sanity and madness
, Penguin, Harmondsworth, 1977 [hay trad. cast.:
El yo dividido
, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1978]; y Szasz, T. S.,
TheMyth of Mental Illness:foundations of a theory ofpersonal conduct
, Paladin, 1972 [hay trad. cast.:
El mito de la enfermedad mental
,